LA EDUCACIÓN ESPECIAL EN PANAMÁ
En Panamá Tras los
precedentes de los educadores de sordos a partir del siglo XVI (Fray Pedro
Ponce de León, Lorenzo Hervás y Panduro y Juan Pablo Bonet) en la educación de
deficientes sensoriales es preciso remontarse hasta 1857 con la promulgación de
la Ley de Instrucción Pública, en la que se dispone la creación de una escuela
para ciegos y sordos en cada distrito universitario. Hasta 1910 no se crea el
Patronato Nacional de Ciegos y Sordomudos y Anormales, creándose posteriormente
institutos derivados de él. En 1933 se refunda el Asilo de Inválidos del
Trabajo como centro de educación especial con el nombre de Instituto Nacional
de Reeducación de Inválidos, actualmente conocido como CPEE María Soriano.
Asimismo, en 1941 la ONCE
se hace cargo de la gestión del Instituto de Nacional de Ciegos que de facto ya
realizaba desde 1928. La adopción legal del término educación especial se
produce a partir de la Ley General de Educación de 1970. En esta ley la
Educación Especial se entiende como una modalidad específica, es decir, como un
sistema educativo paralelo al de la educación ordinaria, regido por sus propias
normas y por un currículo específico distinto al general. En la práctica sólo
tenían acceso a este sistema los deficientes menos afectados que no podían
seguir el ritmo de la educación ordinaria puesto que la escolarización no era
obligatoria. La Ley General de Educación preveía asimismo la creación de aulas
de educación especial en centros ordinarios para deficientes ligeros como
medida más avanzada. En 1975 se crea el Instituto Nacional de Educación
Especial, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Educación,
elaborándose tres años más tarde el primer plan estatal sobre la materia.
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